Cuestionario 16.4 - Mario Juliano

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Pasada la etapa de "oferta lanzamiento", hemos cambiado la modalidad a deux del Cuestionario 16. La cuarta entrega nos trae, además, el primer juez que se anima al convite. Pasen y vean el testimonio de Mario Juliano, mus player. La bIo final es del autor, los links son nuestros.



1. ¿Qué lee habitualmente? (en prensa gráfica y en web, incluyendo diarios y publicaciones periódicas generales o especializadas, de cualquier frecuencia).

Me declaro lector compulsivo. Diariamente leo una síntesis de noticias de los diarios que me manda la Corte provincial, ya que en lo personal no me interesa la coyuntura política. Visito innumerables webs y blogs de derecho y relacionados, con el objeto de mantener actualizada la revista digital Pensamiento Penal que dirijo. Trato de hacer honor a los autores leyendo los trabajos que nos envían para publicar en la revista, lo cual insume una buena cantidad de tiempo. Sobre mi mesa de luz tengo en este momento “Si esto es un hombre” de Primo Levi, “Los anarquistas expropiadores” de Osvaldo Bayer, “El imperio de la justicia” de Ronald Dworkin y “La leyenda dorada. Mitología clásica” de Mario Meunier. No me pierdo ADN Cultura de La Nación.


2. ¿Qué profesores, de grado o posgrado, influyeron más en su formación profesional?

No he recibido influencias directas de profesores en el sentido de maestros, ya que mi carrera universitaria fue algo azarosa, signada por las épocas, y por tanto sin demasiada presencia en las aulas. De cualquier modo, en un sentido menos ortodoxo, reconozco como mis maestros a Eugenio Raúl Zaffaroni, Alberto Binder y Gustavo Vitale, que son las personas que más me abrieron la cabeza para ver otra dimensión del derecho penal y procesal penal.


3. ¿Qué obra teórica fue fundamental para determinar su orientación, o marcó un quiebre en su biografía?

Incuestionablemente, el “Derecho y Razón” de Luigi Ferrajoli, que desde 1995 hasta aquí sigo leyendo constantemente como libro de cabecera y al que siempre encuentro nuevos significados.


4. ¿Cuál fue el trabajo o labor que le deparó -o le depara- mayor felicidad profesional?

Como abogado de la matrícula me deparaba enorme felicidad salir del juzgado con el imputado en libertad y ver el encuentro con su familia. Como juez me han deparado profunda felicidad varias sentencias que pronuncié, entre ellas las de la inconstitucionalidad de la reincidencia, de la pena de prisión perpetua, de ciertos mínimos de las escalas penales y de la tenencia de estupefacientes para consumo personal, ya que supongo que contribuyen a dotar de mayores grados de racionalidad al sistema penal. Como escritor, sentí inmensa felicidad en las presentaciones de los dos libros que llevo publicados. Como dirigente social, la construcción colectiva que llevamos adelante con la Asociación “Pensamiento Penal” y cada una de sus realizaciones.


5. ¿Qué autor o texto de derecho -nacional o extranjero- le ha parecido decepcionante o sobrevalorado?

Augusto Mario Morello.


6. ¿Cuál es la persona (actual o histórica) que más admira en el campo del derecho?

Francesco Carrara. Su obra es tan monumental que aún en nuestros días continúa teniendo plena vigencia, a pesar de haber sido escrita 150 años atrás.


7. En una mirada global, ¿le parece que el orden jurídico argentino es demasiado restrictivo o demasiado permisivo?

Globalmente, considero que el orden jurídico argentino es restrictivo de derechos y garantías. Existe una notable tendencia por parte del legislador local a desvirtuar, minimizar y acotar principios básicos del derecho internacional de los derechos humanos, que llegan al orden interno notablemente depreciados. El ámbito donde más se observa ese fenómeno es en la formulación de los códigos procesales penales, que en sus múltiples reglamentarismos terminan por desvirtuar el sentido del debido proceso legal.


8. ¿Qué fallo (o disidencia) le hubiera gustado suscribir?

Como pronunciamiento integral, me hubiese gustado suscribir “Gramajo” (inconstitucionalidad de la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado del art. 52 del C.P.), que a mi juicio es uno de los fallos más luminosos de la Corte contemporánea. Como voto individual, la disidencia de Fayt (uno de los jueces de la Corte que más admiro) en el caso “Espósito” (Bulacio), el cual me parece de un refinamiento jurídico y coraje cívico dignos de mención.


9. ¿Que ley o doctrina vigente en Argentina le gustaría cambiar de inmediato?

Ley: la inmensa mayoría de los códigos contravencionales vigentes en las provincias, que constituyen los más acabados catálogos de derecho penal de autor y violación manifiesta al debido proceso legal. Doctrina: la del ciego acatamiento a la doctrina legal vigente, que en los hechos ha operado como una buena forma de restringir y autorestringir la independencia interna de los jueces.


10. ¿Sobre qué caso(s), tema(s) o proyecto(s) se encuentra trabajando actualmente?

Por fuera de las cuestiones que habitualmente nos ocupamos en la Asociación que integro (cursos de capacitación, realización de jornadas, intervención en procesos de reforma, etc), tengo “en carpeta” una novela (que me tiene a mal traer) y tres trabajos que llevo adelante con otros colegas y que espero fructifiquen en libros. Uno sobre el régimen contravencional en la República Argentina, otro sobre tipos penales en contradicción con la Constitución nacional y un último sobre el cuestionamiento constitucional a la pena de prisión perpetua.


11. ¿Cuál fue la obra artística (disco, teatro, cine) o libro no jurídico (de ficción o no ficción) que más le impactó en los últimos tiempos?

En cine “Profundo carmesí” de Arturo Ripstein (conmovedora e inquietante), en literatura “Los Miserables” de Víctor Hugo (ningún abogado penalista debería dejar de leerla), en música “Cinco estrellas” de Rey Momo (a instancias del titular de este blog).


12. Si tuviera que nominar un juez para la Corte Suprema Argentina, ¿cuál sería su opción?

Adolfo Alvarado Velloso, ya que resulta imprescindible que desde nuestra Corte se anatematicen los profundos rasgos inquisitivos que tiene la administración de justicia civil y comercial.


13. Según lo que sabe y conoce del sistema actual, ¿tiene confianza en la justicia argentina?

La “justicia” (genéricamente hablando) es un fiel reflejo de la sociedad en la cual se inserta y reproduce sus mejores y peores expresiones. Por un innato optimismo, tengo la obligación cívica de creer en la justicia, de apostar a su superación, y en esa dirección comprometo todos los esfuerzos personales disponibles.


14. ¿Qué le hubiera gustado ser o hacer, de no haber estudiado abogacía?

Músico. Me produce una sana envidia la vida de los músicos y esa capacidad de transmitir en sonidos sentimientos y sensaciones.


15. ¿Cuál cree que es la influencia de la teoría jurídica en la práctica?

En el terreno del derecho penal (que es donde me desempeño y tengo algún conocimiento) existen manifiestas tensiones entre teóricos que han realizado enormes esfuerzos en pos de racionalizar y minimizar las consecuencias del poder punitivo y otros (fundamentalmente algunos alemanes contemporáneos) cuyas elucubraciones están encaminadas a justificar dichas consecuencias y completar vacíos de punibilidad. De todos modos, visto en perspectiva, advierto que la teoría jurídica ha influenciado favorablemente las prácticas cotidianas, que en nuestros días se muestran menos arbitrarias que hace 25 años atrás, cuando me inicié en esta profesión.


16. ¿Qué tiene que tener un jurista?

Sensibilidad para comprender que el derecho no es más que una herramienta que debe estar al servicio de las personas y pelotas u ovarios para hacer lo que se piensa.

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bIo


Me llamo Mario Alberto Juliano, tengo 51 años, soy divorciado y vuelto a casar (Lis), tengo 5 hijos: María Luz (22), Leandro (21), Guillermina (19), María Emilia (17) y Lucía (5) y vivo en la ciudad de Necochea, Provincia de Buenos Aires. Cursé mis estudios primarios y secundarios en un colegio franciscano bajo estrictas normas agnósticas y los estudios universitarios fueron realizados en la UBA hasta marzo de 1976 (por obvias razones), finalizando los mismos en la Universidad Nacional de Mar del Plata en 1981. Fui Concejal municipal en el período 1983/1987 por la UCR, presidente de mi partido de 1989 a 1991 y candidato a diputado. Ejercí la profesión de abogado desde 1981 hasta 1998, fecha en la cual ingresé al Poder Judicial por concurso (fui el único postulante en aprobar el examen, lo cual evitó tener que solicitar apoyos políticos) para cubrir el cargo que actualmente ejerzo, de juez del Tribunal en lo Criminal Nº 1. Uno de mis mayores orgullos es presidir la Asociación “Pensamiento Penal”, que me ha dado la posibilidad de conocer innumerable cantidad de amigos a lo largo y ancho del país, con los cuales compartimos ideales y en el tiempo que me queda libre trato de dedicarme a mi pasión de correr carreras de autos (en categorías zonales), organizar asados (como última ratio los hago yo) y jugar a los naipes, preferentemente al mus.


Links

- Asociación “Pensamiento Penal”

- Rey Momo

- Antes, en este blog, comentamos un libro y un fallo de Mario Juliano.


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