Lecturas a partir del ignoto caso del Deportivo Che Guevara



¿Adónde te vas a ir en Semana Santa? A Ataliva Roca, adonde jugamos el domingo. En la primera fecha, nuestro equipo empató un partido que en los papeles debió haber ganado; en la segunda se sobrepuso a ciertas injusticias arbitrales y dio vuelta un partido complicado en el antes, en el durante y en el después.

Atlético Santa Rosa está transitoriamente en la B de la zona norte de la Liga Cultural de Fútbol [en La Pampa hay dos ligas de fútbol, la "Liga Pampeana", que no es de toda La Pampa sino de General Pico y el norte; y la "Liga Cultural de Fútbol", que es la liga de Santa Rosa y el sur; el nombre de "cultural" puede sonar raro o wtf pero es así como se llama].

Allí nueve equipos pelean por el ascenso, pero hay un décimo aspirante que se queda afuera: el incipiente Club Deportivo Che Guevara.

Violamos entonces un par de reglas del blog (no hablar cosas que nos queden más o menos cerca, no hablar de casos que están muy en curso) para contar la historia de un caso jurídico que es chiquito, incompleto, así que si siguen leyendo, lo hacen a su propio riesgo.


Primer acto

El "Club Deportivo Che Guevara" es un proyecto que se inició este año en el barrio Fonavi 42 de Santa Rosa. El entorno del Fonavi 42 no es una villa miseria, pero es un barrio pobre, con un poco de todo lo que se imaginan: inseguridad, drogas, deserción escolar, exclusión, nbis a rolete.

Allí alguien pensó en armar algo que pudiera contener a los pibes y no tan pibes que se juntaban a jugar al fútbol en una cancha del barrio. La idea fue participar en el Torneo de la Liga Cultural división B. Preguntaron los requisitos, se dieron maña para cumplirlos (consiguieron cancha, personería jurídica, le pusieron al club un nombre que está en todas las remeras, etc.) y postularon para el Torneo.

Ahora entran a jugar los reglamentos: para admitir a un club a la Liga, se necesitan mayoría de votos en una asamblea, y el quórum para sesionar es de nueve votos (el mínimo es un tercio del total, que es de 26 votos, según esta cuenta: los 20 equipos de la A tienen un voto, los 12 habilitados para la B -que no todos optan por jugar este año-, medio].

Hace tres semanas se hizo la primera asamblea: no hubo quórum, llegaron a siete votos y medio. Como el "Che Guevara" insistió, convocaron otra más que se hizo una semana después y les fue peor: tres votos.

¿Por qué los clubes no le dieron quórum? Los que juegan en la zona Sur no lo hicieron porque no les interesa, no son clubes de Santa Rosa y no quisieron hacer un viaje a la capital para un tema que no les incumbe porque juegan en otra zona. Que se arreglen y consigan quórum en Santa Rosa, dijeron. Y muchos clubes de Santa Rosa no fueron porque no quieren que el "Che Guevara" participe: algunos dicen que un equipo sin estructura, sin organización fiable, sin inferiores, desjerarquiza el torneo (?). Otros tal vez no lo dicen, pero piensan esto: la gente del barrio es "complicada", ven a los guevaristas como simpatizantes potencialmente conflictivos, por decirlo de algún modo. Otra cosa sería si se llamara Deportivo Ayn Rand (pero en realidad, los selfish de Rand serían los más peligrosos de todos).

La gente del "Che Guevara" está enojadísima y dicen que los discriminan. Que ellos cumplieron con los requisitos y que al menos quieren que los clubes vayan a la asamblea y les digan que no, pero les parece hiriente que no vayan.


Segundo acto

Después de la segunda asamblea, el sábado anterior a la promera fecha, el tema se juridiza: el "Che Guevara" presentó un amparo y la justicia le hizo lugar. Lo que sabemos es que

determinó intimar a la Liga Cultural para que -una vez notificada- en el término de 7 días hábiles corridos, llame a los clubes a una nueva reunión de Consejo Directivo para prestar el quórum necesario, tratar el tema y decidir por la aceptación o no de la afiliación, y hacerlo en forma motivada. Eso quiere decir que los clubes estarán obligados a discutir sobre la situación y dar a conocer las razones por la resolución tomada.


La Liga Cultural es un particular, este es un amparo contra particulares. A los efectos de lo que sigue, y aunque no nos consta, asumiremos que es cierto que el "Che Guevara" cumple con todos los requisitos que la Liga exige para jugar torneos de primera.

Una de las puntas interesantes del caso es que todo el fútbol (el profesional y el amateur) ha prohibido a los clubes "judicializar" los casos. De la FIFA a la Liga Cultural, pasando por la AFA, tal es la regla. Regla que no se puede discutir por la bendita doctrina del "acatamiento voluntario": desde el momento en que se integraron al sistema en la noche de los tiempos, los clubes renunciaron para siempre a ir a la justicia y el que lo haga es automáticamente "desafiliado".

Pero esto no es un problema para el Che Guevara, que está afuera y quiere entrar. Esto es lo que permite que este caso se judicialice, algo que de otra forma sería imposible.

No sé si fue pedido en el proceso, pero otra posibilidad es que el juez hubiera dictado una cautelar innovativa más concreta: obligar a la Liga a programar y hacer jugar en el interín los partidos del Che Guevara, ello hasta tanto esta tome orgánicamente una decisión en contrario previa obtención de quórum (lo cual sería, claro, como una medida donde el fin del proceso coincide con la propuesta cautelar, lo que supuestamente no se puede pedir. Pero bueno, que otra cosa que eso fueron todos los amparos de 2002). Y estamos girando en círculos, porque a un particular no se lo puede obligar a pronunciarse, dirán algunos.

El miércoles pasado, en la convocatoria ordenara por la Justicia, la tercera que convocó la Liga, no hubo novedades: 6,5 de los 9 votos necesarios, no quórum. El representante del Club, Pablo Guevara, anunció que "los clubes que no vinieron se van a comer un juicio por discriminación".


Mi visión del caso: lo que va a pasar y lo que implica


Como dijimos antes, el domingo 12 se juega la tercera fecha y los tiempos ya no dan, no hay mucho espacio para reprogramar tres fechas perdidas sin alterar el cronograma del torneo (como muchos jugadores trabajan, es imposible fijar fechas entresemana).

Ahora, yendo al fondo de la cuestión: el Deportivo Che Guevara no va a poder probar nunca la "discriminación" que alega, pero podría apuntar a quejarse de la "arbitrariedad" de la Liga. En este sentido, una arbitrariedad también puede darse por la falta de pronunciamiento: el silencio también puede ser arbitrario.

Pero la Liga va a tener un as de espadas jurídico para evitar las condenas: la postulación del Che Guevara no fue "temporánea", ya que fue posterior a la Asamblea de febrero que decidió el cronograma de torneos. Es como si se tratara del amparo de un chico que quiere acceder a la escuela pero que se presentó únicamente después de haber pasado la fecha de inscripción. (En realidad, no "es como si", porque está clarísimo que el derecho a acceder a la educación es mucho más fuerte que el derecho a participar de un Torneo en la Liga Cultural; lo cual nos remite a la pregunta de si existen diferentes estándares para apreciar la arbitrariedad según el derecho del que se trate; en mi razonamiento, yo implícitamente supongo que sí).

El fundamento de la extemporaneidad tal vez no sea un motivo "sincero", tal vez si fuera un equipo de profesionales ABC1 la Liga hubiera actuado diferente, pero como ese otro caso con el cual compararlos no se dio nunca, la discriminación no se puede probar. Y parece algo formalista, pero no arbitrario.

El hecho de que el objeto del amparo haya quedado eclipsado por el hecho consumado de que el campeonato empezó y no se puede recuperar el tiempo perdido no significa que el caso se haya tornado abstracto. En el segundo semestre se juega el otro torneo de la Liga, la "Copa Presidentes", y entonces tal vez podamos volver a hablar del Deportivo Che Guevara; tal vez la orden judicial pueda zanjarse reconociendo el derecho del Che a participar en los torneos "a futuro", pero no en el que ya empezó.

Mas allá de todo -y de una lectura anecdótica, que es que la de que se puede litigar cualquier cosa, y que en buena hora así sea- el caso es interesante.

Porque en su lectura "débil", viene a reconocer el derecho a obtener -aun de parte de particulares- una decisión "fundada" y ello aunque el procedimiento sólo se organice según reglamento en base a la pura "votación".

De ese derecho se desprende la idea de que no basta cualquier motivación, excluyendo así a las motivaciones arbitrarias, ritualistas, etc. y ello supone la posibilidad de ejercer un control judicial de no-actos privados (un símil sería la denegatoria tácita del derecho administrativa).

Lo cual nos remite casi sin escalas a la lectura "fuerte": reconocer el derecho a pertenecer a una asociación privada, aún contra la voluntad expresa o tácita de sus miembros. Si la denegatoria fue arbitraria, la revisión judicial tal vez pueda revisarla y disponer en contrario.

Algunos clubes están muy descontentos por la intervención judicial y piensan que esto les puede generar retos por parte de la AFA, si se allanan al pedido de la justicia. Independientemente de cómo se resuelva, esto nos sirve para recordar la lección de "Kot" (1958): los abusos y las arbitrariedades no siempre vienen del Estado, pueden venir de particulares. Y muchas veces existe una cerrada sumisión a las condiciones impuestas en nombre de la autonomía de la voluntad.


Notas al pie

3. (Otro coto donde la justicia no se metía es en los concursos, pero recordemos que la justicia le reconoció "pérdida de chance" a un postulante para el Premio Planeta de Novela que la editorial le adjudicó amañadamente a Ricardo Piglia; hace poco, caso vergonzoso sufrido por un amigo de la casa, el Capitán Intriga, perjudicado en un concurso muy chapuza de Samsung)

2. (Aclaro que, en una decisión que reprobamos como socios, el Club Santa Rosa no dio quórum en ninguna de las tres convocatorias, pero es decisión de la dirigencia y hay que respetar las instituciones)

1. (Un caso emparentado de judicialización deportiva es el del Club Andino de La Rioja, año 2002: la Liga Nacional de Básquet dispone en su reglamento la exclusión de los clubes que adeuden salarios a jugadores luego de cierto tiempo de mora; Andino fue excluido del torneo por esa causa, pero presentó amparo y la Justicia Federal -de la Rioja- le ordenó a la Liga mantenerlo en el torneo, así fue que terminá jugando el campeonato -perdiendo casi todos los partidos, presentando juveniles- por orden judicial)