Cuál es la acusación contra Megaupload
Empezamos por el principio, con una simplificada explicación con lo que conocemos del caso a través de la acusación que los fiscales federales le llevaron a un gran jurado para pedir el "indictment" -una suerte de acusación formalizada-. Ese documento pueden verlo acá (72 págs, pdf, las que importan no son más que las primeras 30).
Un detalle importante: si alguien le ve correlación como una "respuesta" al apagón de ayer, de dispar acatamiento, eso no es así. El indictment fue proveído el 5 de enero y todo este tiempo deben haber coordinado desde el FBI la ejecución con allanamientos, detenciones, etc., que se hicieron en ocho países.
Para entender el caso es necesario ver el contexto legal en que se da. En Estados Unidos, la Digital Millenium Copyright Act preve un deslinde de responsabilidad (safe harbor) a condición de que el operador en cuestión se comporte con la regla de "notificación y retiro" (notice and takedown). Así es como funciona you tube: deja subir cualquier video, y tiene articulado un sistema de notificaciones que funciona más o menos agilmente para ir atendiendo a los reclamos de copyright (y también otros reclamos).
Megaupload, dice la acusación
- tenía conocimiento efectivo de que sus servidores estaban alojando materiales específicos protegidos por derechos de autor y no los retiró ni tomó acciones -como establece la DCMA- con los "repeat offenders" (reincidentes) quienes en algunos casos fueron premiados por subir archivos populares
- adoptó una herramienta de notificación pero no la aplicó de modo consistente (dejaba libres links redundantes en los que se podía seguir accediendo al meterial denunciado).
- no implementaba un buscador ni formas de indexación de contenido, con el objeto de impedir que se pudieran controlar y detectar los archivos con materiales protegidos
- incentivó y se benefició económicamente de las descargas masivas llevadas en gran medida por los sitios satélites (taringa y cuevana son los notorios ejemplos locales), a través de la colocacion de publicidad y de la venta de cuentas premium.
Ese era el corazón de su modelo de negocios, aunque públicamente se presentara como una "cyberlocker" para subir archivos personales. Todo eso la saca de la zona segura de la safe harbor y la hace responsable por las infracciones al copyright (y luego de ahí se derivan otros delitos, como el lavado de las ganancias provenientes del ilícito, etc.). Tal es el argumento del Estado.
A otro nivel
Francisco de Zavalía hace un análisis del indictment aquí. Fabio B. explica por qué es "algo que debía suceder", aquí. Fede Billie avanza aquí hacia un tema más amplio: el futuro del copyright. Andy Ramos comenta el caso y ve en la caída de megaupload (y el aumento del riesgo legal para toda su galaxia de satélites, y sitios similares) una ventana de oportunidad para iniciativas innovadoras y legítimas.
Comentario personal: pienso que en ese asunto se deberían dar muchas reformas. Una ampliación del repertorio de usos públicos y permitidos, un sistema de licenciamiento controlado que evite abusos de las corporaciones, un recorte de los plazos de vigencia del copyright, que con todo permita un funcionamiento bajo modelos de negocios realistas y accesibles. Por cierto, creo que los que trabajan en procesos productivos tienen que poder rentabilizar su trabajo, y esta idea general no excluye a los procesos productivos artísticos. Dicho así parece simple, pero son muchos planetas que deben alinearse. Y mi sensación es que eso no va a suceder a corto plazo.
Addenda: En este sentido, este fallo puede ser una manera de mantener el statu quo. Al tiempo que SOPA y PIPA quedan on hold, el escenario es de apuntar a sitios eminentes de la zona gris, como megaupload (y, con sus particularidades distintivas, taringa y cuevana, todos víctimas de su propio éxito) para calmar ansiedades -y eventualmente demostrar que nuevas leyes no son necesarias.