Aquí van los resultados prometidos del Cuestionario de Juicio Moral. No es invención propia, ya que tomé la estructura del "Test de Juicio Moral" que compila desde hace tiempo (años) la Universidad de Harvard, cuya versión en español pueden hacer en este enlace. Y específicamente repetí la forma más débil de preguntar: "¿Es moralmente permisible mover la palanca?" que usan allí, y que no es exactamente igual a "qué haría usted en ese caso". Es importante eso para que quede en claro que no se pretende asumir que las respuestas dadas sean lo que efectivamente haría el encuestado en ese escenario. La idea es mas modesta: armar un experimento mental que revele cuan "utilitarista" es la gente y qué otras dimensiones aparecen visibles en el análisis.
Existen varios problemas similares (ver en wikipedia inglés trolley problem, donde se dice que el original es de Philippa Foot, 1967) de los cuales yo tomé tres, reescribiendo un poco la prosa del caso y metiendo un par de viñetas ilustrativas que tomé de un libro de economía del comportamiento. A diferencia del TJM de Harvard, mi tercer caso incluye la variación del "villano".
Queda claro que no hay respuestas "correctas" sino que lo queremos ver son lo que revelan las tendencias generales y los desgloses por subgrupos. Dicho sea de paso, si alguien está leyendo este post y le interesa hacerlo antes de saber los resultados, puede contestarlo siguiendo este enlace.
Voy a hacer corto este post y no voy a "argumentar" sobre la permisibilidad moral de cada respuesta, ni por el encuadre "penal" de los casos. Hay muchas variables, hay muchos subgrupos combinables y muchos resultados que dar. De momento van los que más nos interesan: los totales.
Qué tan "utilitaristas" somos
Recuerdo y simplifico en parte las consignas. Tengan en cuenta que había que responder por sí o por no y que se debían tomar por estrictamente ciertas las consignas (esto es: efectivamente habrá colisión, efectivamente habrá resultado muerte tal como se lo describe, no hay más alternativas que las que expresamente se consignan). Es un experimento mental y no un test de física ferroviaria.
Primer caso
Es el del trabajador ferroviario "Mario", que está al costado de una vía y ve venir un tren fuera de control, que va a arrollar a un grupo de cinco operarios. Mario tiene la posibilidad de accionar una palanca y desviar el tren a una vía de servicio en cuyo extremo se encuentra únicamente un solo trabajador. En cualquiera de los casos no hay riesgo para el maquinista ni para los pasajeros, por las medidas de seguridad que tiene el tren. El dilema de Mario es que si no hace nada, el tren seguirá la vía principal y arrollará al grupo, pero si acciona la palanca para que siga por la vía de servicio sólo matará a uno.
La pregunta era, por sí o por no, si es moralmente permisible que Mario mueva la palanca. Y salió aprox 70/30 por la positiva.
Que es bastante parecido a lo que opinan los filósofos académicamente formados, que según la encuesta que reporta este paper de Bourget y Chalmers contestan 68 % "sí".
Segundo caso
Frank está en un puente peatonal sobre la vía del tren, viendo venir un tren que está fuera de control, y que va camino a arrollar a un grupo de cinco operarios que están sobre las vías (como en el caso anterior, se encuentran de espaldas y no pueden ver el tren ni oír que se aproxima la máquina porque llevan puestos protectores auditivos). Como es un ingenierio ferroviario graduado, por sus conocimientos Frank sabe que la única manera de evitarlo sería echar algo muy pesado en las vías, lo que hará que el tren se detenga. Pero la única cosa suficientemente pesada que Frank puede utilizar para parar el tren es un hombre muy fornido, un turista ocasional que lleva una gran mochila, que está al borde del puente tomando fotos del lugar, y que caería sobre la vía -deteniendo la formación- si Frank lo empuja.
Las alternativas de Frank son entonces empujar al hombre que está en el borde del puente, lo que causaría que este muera arrollado y que al detener el tren los operarios salven su vida; o bien no hacer nada, y dejar que mueran las cinco personas que están trabajando en las vías.
La pregunta era, por sí o por no, si es moralmente permisible que Frank empuje al hombre. Aquí la idea de cambiar cinco por uno no parecía tan tentadora: salió 20 / 80 aprox.
Tercer caso
En la misma situación anterior, tenemos a Frank y al hombre con la mochila sobre el puente. Pero ahora Frank sabe que el fornido hombre con la mochila es un villano que fue el que saboteó el tren para que se descontrolara y lo hizo como parte de un plan para matar a los cinco operarios que trabajan sobre la vía, y por esa razón ahora está parado en el puente para observar la culminación de su plan, filmarlo y subirlo a internet. Como en el caso anterior, Frank puede empujar al hombre a la vía del tren, matándolo; la otra posibilidad es que no haga nada, y deje que las cinco personas abajo mueran.
La pregunta era, otra vez, si es moralmente permisible que Frank empuje al hombre. Y la maldad del villano, el hecho de que el haya provocado el accidente, hace que ahora prevalezca el sesgo pro-empuje: salió 65 / 35 aprox.
Hilando fino
Los casos tienen variaciones. En los segundos hay un compromiso que "parece" más activo (el sujeto tiene que empujar, ya no sólo el acto más aséptico de mover una palanca). Aún con esta diferencia es para mi muy llamativo la comparación en las respuestas del caso uno al caso tres: que haya más gente que prefiera hacer el cambio de vía sacrificando un "inocente" al principio, que lograr el mismo efecto sacrificando un "culpable" en el último.
Por eso esperaba una respuesta más retribucionista para el tercer caso, un porcentaje altísimo de empujadores. Pero fueron menos que los que juzgaban moralmente permisible mover la palanca en el primer caso. Tal vez el orden importe: es el tercer caso y a esa altura empieza a haber un "cansancio moral" en la toma de decisiones, y algunos encuestados empiezan a reducir su pulsión "utilitarista".
El post se está haciendo largo y no quiero ahondar en muchos desgloses que he captado y otros que podrían hacerse. Sólo menciono dos: las mujeres se sienten en promedio más incómodas con sus decisiones, y les resulta más díficil tomarlas (visto de otro lado: los hombres son menos sensibles a las implicancias morales de lo que hacen). Dicho sea de paso, estas variables de "facilidad" y "conformidad" no estaban en el test de Harvard. Vean como quedó el global en esas dimensiones.
En la dimensión facilidad (púrpura) la escala va de "muy fácil" (1) a "muy difícil" (4) En la dimensión conformidad (azul) la escala va de "no tengo ninguna duda" (1) a "tengo muchas dudas" (4) |
Y en el sesgo intragremial, los judiciales (funcionarios y empleados) son más utilitaristas (propensos a admitir moralmente el mover palancas y empujar gente) que los abogados. Tal vez tenga que ver con el acostumbramiento y la exposición reiterada a ejecutar procesos decisorios que tienen algunas consecuencias sabidamente adversas para algún involucrado (el imputado, el demandado, etc.) y ello conlleve a una parcial desensibilización. Consistentemente con esta hipótesis, también se percibe que los judiciales toman decisiones más fácilmente y, paradójicamente, al mismo tiempo manifiestan estar menos "conformes" con las decisiones que tomaron con relación a lo que manifiestan abogados y público en general.