El país
Signo de los tiempos: será el primer año de la democracia sin Bernardo Neustadt y su Tiempo Nuevo en la TV abierta.
Lo que nos remite a un episodio de Fuga y Misterio. Durante todo el verano del 98 avanza el caso Cabezas, con indicios que apuntan a la autoría por instigación de Alfredo Yabrán. El 15 de mayo se dicta su orden de detención. Se profuga y cinco días después se lo ubica. Al ver llegar a la policía, Yabrán se pega un tiro con una escopeta. Arrecian desde ese mismo momento las teorías conspirativas y hasta son marca de ropa.
El 16 de julio aparece la revista XXI (Lanata, Tenenbaum, Caparrós, Zloto), que luego se llamará veintidós y finalmente veintitrés. En su primer número regala a los lectores una bolsita de nylon con tierra de Anillaco, el pueblo donde había nacido el entonces presidente Menem. Por si se lo preguntan, esto fue verdad.
El 29 de noviembre, se hace la interna de la Alianza para la presidencial de 1999 (época en la que no existían PASO) y De la Rúa le gana a Fernandez Meijide con el 63%. Si no sucede nada raro, será el próximo presidente.
Las artes.
En el verano del 98, Cris Morena hace nuestro Dawson´s Creek y en un destello genial de literalidad le pone "Verano del 98". La serie será icónica y tendrá tres temporadas, un verano eterno.
Madonna: Ray of light. Spielberg: Salvando al Soldado Ryan.
Deportes.
Es el año de The Last Dance para Jordan y los Bulls.
Luego de eso Argentina va a Francia. Simeone consigue hacer echar a Beckham en un momento pivotal del partido que luego terminaremos ganando por penales. Luego la tragedia: de una jugada clara a favor sale el cabezazo y expulsión de Ortega, y de ahí mismo un pase a Bergkamp, que nos ultima con una definición divina e infernal. Ese equipo bien pudo haber sido campeón y tal vez hay una línea temporal en que eso sucedió.
Tras la salida de Passarella, el nuevo DT que asume en la selección será el DT del Vélez campeón local, Marcelo Bielsa.
El mundo
Se firma el Tratado de Roma, el Estatuto de la Corte Penal Internacional,
En EE.UU. estalla el escándalo de Monica Lewinsky que terminará derivando en un impeachment a Clinton.
Pinochet viaja a Londres para hacerse una operación de una hernia de disco en septiembre. Algunos días después, Baltasar Garzón invoca jurisdicción universal para delitos de lesa humanidad y pide su extradición. El 16 de octubre Pinochet será detenido en el hospital privado en el que estaba internado. El hecho marca un hito en la historia de los derechos humanos.
En diciembre, Hugo Chávez gana las presidenciales.
Como nos recuerda Tomás Balmaceda en su capítulo anual de los 90, fue el año en que Google estrenó su motor de búsqueda.
El fallo del año
Va a ser la escena final de una saga político-judicial que llevaba ya dos años en el aire.
El asunto era así: las tarifas estaban fijadas por el pliego de licitaciones, y en ese marco el gobierno propició un sistema modificatorio en el que explicaría que no habría "aumento" sino un "rebalanceo": algunas tarifas (las locales) subirían y otras (las llamadas interurbanas) bajarían.
En un mundo sin celulares, la gente usaba mucho el teléfono, y lo usaba sustancialmente para llamadas locales. Esto era así sobre todo en Capital, y lo era menos en el Interior, sobre todo en el uso de teléfono de empresas que tuvieran alguna logística interurbana.
Recalculando todo, se sospechaba, el efecto neto de eso no era neutral: para la mayor parte de los usuarios las boletas iban a ser más caras.
El acto jurídico que consagra el rebalanceo se concreta en el decreto 92/97 de enero de 1997. En sus extensos considerandos van a ver como se reportan los argumentos de las audiencias públicas y que el rebalanceo tenía apoyos del interior profundo (se pronunciaba a favor, por ejemplo el entonces senador José Manuel de la Sota, muchos Concejos Deliberantes, etc.) estableciendo una grieta territorial que se replicaría en el plano judicial.
Ni bien empezaron a llegar las facturas esto tuvo un estigma: se escribía rebalanceo, pero (sobre todo en los medios) se pronunciaba "tarifazo" y hubo protestas activas durante todo el año 1997, dándole minutos de fama al entonces diputado radical Enrique Mathov.
Se dieron circunstancias curiosas de cautelares cruzadas: una en Córdoba exigía su aplicación, y otra en Capital despachaba una medida de no innovar que obligaba a las empresas a facturar con el cuadro tarifario anterior. El presidente de Telecom llegó a estar procesado por incumplimiento: una nota de octubre de 1997 nos cuenta que esa empresa estaba urgiendo una definición.
La Corte recién pondría punto final el 7 de mayo de 1998, y lo haría en un fallo unánime en el que el voto mayoritario reprobará el "escándalo jurídico" de que magistrados de diferentes jurisdicciones hayan emitido medidas contradictorias sobre el mismo tema, en algunos casos dictando resoluciones con efectos "erga omnes" (no solo para el litigante, sino para toda la jurisdicicón) sin considerar los intereses de quienes no participaron en los procesos.
Con diversos matices, en los votos aparecen varias líneas.
La que era de fondo es que el ejercicio de la reestructuración tarifaria había sido cumplido con regularidad (se glosan antecedentes de las audiencias públicas, los estudios técnicos, y lo reportado en la fundamentación del decreto). "El acto atacado no presenta, así, defectos formales ni aparece emitido fuera del complejo normativo que regula la materia".
Como no estábamos hablando de DNUs, la mayoría lo encuadra como un "acto privativo" del Ejecutivo, y solo en el voto concurrente de Boggiano aparece como matiz un obiter dicta que considera que "son controlables judicialmente en lo referente a su legitimidad, a fin de que las respectivas facultades se ejerzan de acuerdo a las condiciones establecidas normativamente", pero en todo caso daba por válido el rebalanceo.
Una segunda linea complementaria será la de cuestionar la legitimación de los actores (la empresa PRODELCO y la diputada nacional por Mendoza Cristina Zuccardi) diciendo que para demandar debe existir un perjuicio concreto y no "el generalizado interés de todos los ciudadanos en el ejercicio de los poderes del gobierno", lo que -dirá la mayoría- "deformaría las atribuciones del Poder Judicial en su relaciones con el Ejecutivo y con la Legislatura y lo expondría a la imputación de ejercer el gobierno por medio de medidas cautelares". Eran épocas donde había poca sensibilidad para legitimaciones difusas o colectivas. De hecho, Quiroga Lavié escribirá un comentario supercrítico a esta sentencia que se titula "Requiem para el amparo colectivo".
Finalmente, otra tercera línea era también procesal: Belluscio, Bossert y Fayt dicen que el asunto era demasiado complejo para resolverlo por la via expedita del amparo. Eran también épocas en las que no había mucha sensibilidad para la amparización de casos no obvios.
La pregunta, en todo caso, era otra y mas de politica que estrictamente jurídica. ¿Por qué tantos tribunales inferiores estaban siendo adversos al gobierno en sus fallos, obligando a la Corte a estas intervenciones?
La respuesta la veremos en el próximo capítulo.